sábado, 2 de diciembre de 2006

El sida no existe

Es mentira. El sida no existe. Las imágenes que vemos en la tele son una simple manipulación. Son imágenes de anoréxicos, escogidos selectivamente y untados convenientemente para que reproduzcan en sus declaraciones los horrorosos y supuestos síntomas que deberían espantarnos hasta la médula. Y por supuesto, el malo de la peli, la mente perversa que ha montado esta estrategia es, cómo no...

La Santa Iglesia Católica Apostólica Romana.

Qué casualidad que el sida apareciera justo cuando la moral sexual comenzaba a volverse laxa. Después del folleteo generalizado de los años setenta. De que los homosexuales comenzaran a salir del armario sin complejos. Claro, claro. Seguro que, en ese momento, comenzaron a volar maletines con billetes vaticanos a las redacciones de todos los periódicos, televisiones y radios del mundo mundial.

En verdad, no es más que envidia. Envidia porque no pueden mojar. Porque se creyeron muy listos al imponer el celibato en el IX Concilio de Toledo. Así podían quedárselo todo lo que recaudaban para ellos sin tener que darle nada a los hijos de los sacerdotes. Pero claro, las cosas de la jodienda no tienen enmienda. Y ahora que la peña le da de comer al pavo a diestro y siniestro, les picaba aún más.

Por eso siempre han intentado que no mojemos. O lo mínimo posible (“sólo para cumplir el plan divino. Multiplicaos y llenad la tierra. Nunca por puro placer. Every sperm is sacred.”). Con diferentes estrategias que pretendían cagarnos de miedo. Como amenazarnos con el Infierno. Pero claro, eso hoy en día ya no funciona. Y han tenido que inventarse estrategias nuevas.

Como aquella valla publicitaria de un puticlub de Castellón que está justo delante del tanatorio. Al verlos juntos, hacemos una conexión mental de forma inconsciente: irse de putas mata. Y seguro que vas de cabeza al infierno. Creo firmemente que la publicidad la pagó el Obispado. La curia siempre está detrás de todo. Al fin y al cabo, muchos de ellos son jesuitas. O de La Obra. Conspiración eclesiasticojudeomasónica.

De repente, abro los ojos: tópico típico de pelis donde el héroe despierta y se da cuenta de que todo ha sido un sueño. Y así ha sido. Por desgracia, el sida sigue rondando, esperando a que cualquier incauto no se ponga el capuchón o se chute con la jeringa del yonki de al lado.

Ayer fue el día mundial del sida, creo.


Escuchando - Monty Python's Galaxy Song (The Meaning of Life)

2 comentarios:

Ricardo Yustes Palacios dijo...

Nadie espera a la inquisición española!

Estoy seguro que los curas y monjas tienen una razón muy buena para no practicar sexo. Igual que los monjes budistas tienen que tener una razon muy buena para afeitarse la cabeza. O los musulmanes de efectuar el Ramadán. O los japoneses de hacerse harakiris.

Der Kerl dijo...

My hovercraft is full of eels!!!

Por cierto, en verdad en japonés no se llama harakiri, sino seppuku. El harakiri se ve que fue la invención de un occidental graciosillo. Literamente en japonés significa "cortar la tripa" (hara= tripa, kiri= cortar".